Intoxicación alimentaria del viajero
Uno de los problemas de salud más frecuentes que se encuentran los viajeros internacionales son las intoxicaciones alimentarias. Dichas intoxicaciones son tan frecuentes que están consideradas una entidad específica que es conocida como la diarrea del viajero.
Según estudios epidemiológicos entre el 35 y el 50% de los viajeros se ven afectados por una diarrea durante su viaje, dependiendo, claro está, del destino.
Para intentar prevenir estas intoxicaciones alimentarias, se deben tener en cuenta y de forma estricta, unas medidas básicas sobre el agua y los alimentos que se vayan a consumir.
- Se recomienda beber agua siempre envasada y precintada, así como no consumir cubitos de hielo ni bebidas que no hayan sido abiertas en su presencia.
- Si debe consumir agua no segura, conviene potabilizarla. Para ello, se deben añadir 10 gotas de tintura de yodo al 2% por cada litro de agua. A los 30 minutos el agua ya es segura. Para lavarse los dientes conviene utilizar también siempre agua potable o potabilizada.
- Se ha de procurar que la comida esté cocinada y no consumir alimentos de venta ambulante, crudos o semicrudos. Es recomendable rechazar la fruta pelada y pelarla antes de ingerirla. Se deben evitar también la leche y sus derivados, como helados o quesos, que no estén envasados.
Si a pesar de las precauciones que se deben adoptar se inicia un cuadro de diarreas, se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- Beber 2-3 litros de agua potable al día para mantener una buena hidratación. Se pueden usar preparados de rehidratación oral.
- Evitar beber soluciones o productos excesivamente azucarados, ya que pueden aumentar las deposiciones.
- Para una diarrea leve, la dieta astringente y la rehidratación suelen ser suficientes. Si fuese necesario tomar algún medicamento, evitar antidiarreicos tipo loperamida, mejor utilizar racecadotrilo.
- Si la diarrea se acompaña de fiebre alta, sangre, moco o pus, conviene consulte rápidamente con un médico para tomar las medidas necesarias e iniciar el tratamiento adecuado.
- No tomar antibióticos sin la indicación expresa de un médico.
- Al regresar, si persiste el cuadro, se debe acudir al médico.
- Si en el siguiente mes se tiene fiebre o se presenta alguna enfermedad, es esencial notificar al médico el antecedente del viaje, sobre todo si se ha ido a una zona tropical.